En entornos industriales y de mantenimiento, el uso de sistemas de protección frente al riesgo de caída en escaleras verticales es clave. Las líneas de vida verticales son sistemas de protección individual que permiten que un operario se desplace con seguridad en posición vertical, conectado permanentemente mientras asciende o desciende. En este post analizaremos sus requisitos normativos, los tipos de sistemas disponibles y algunos aspectos complementarios .

Requisitos normativos para líneas de vida verticales según la UNE EN 795

La norma UNE EN 795 (“Protección contra caídas de altura. Dispositivos de anclaje. Requisitos y ensayos”) recoge los requisitos para los dispositivos de anclaje que forman parte de un sistema anticaídas.

Los requisitos clave de la UNE EN 795 incluyen:

  • El dispositivo de anclaje estructural tenga una resistencia mínima, en los ensayos la norma exige 12 kN de resistencia en el anclaje metálico.
  • Los dispositivos deben contar con instrucciones de uso, mantenimiento, marcado e identificación del fabricante.
  • Que la línea de vida esté diseñada, instalada y mantenida para permitir un sistema de conexión del operario durante el desplazamiento vertical. de forma que, en caso de caída, se absorba la energía, se reduzca la distancia libre de caída y se evite el impacto contra el suelo u otros obstáculos.

Tipos de línea de vida vertical: cable, raíl, y solución de realce con anticaídas retráctil

Cuando hablamos de líneas de vida verticales en escaleras, podemos distinguir principalmente tres soluciones:

Línea de vida vertical de cable
Esta modalidad emplea un cable de acero inoxidable que se instala verticalmente, fijado a anclajes en la parte inferior y superior, con sistemas intermedios que permiten pasar el cable sin interrumpir la subida . Sobre ese cable, el usuario se conecta mediante un carro deslizante o un absorbedor que se desplaza. Algunos aspectos relevantes:

  • En sistemas de cable, el absorbedor de caída puede ir incorporado en la línea (es decir, el cable incluye un tramo de absorción) o bien puede estar en el carro que se desliza.
  • Se considera una línea de vida vertical flexible (o semi-rígida) y debe cumplir la norma EN 353-2 para recorridos verticales.
  • Ventajas: suele ser más económica, permite instalar en espacios más ajustados, puede adaptarse a tramos con ligeras desviaciones.
  • Desventaja: requiere control más estricto de mantenimiento (tensión del cable, corrosión), y la caída libre junto con el absorbedor debe calcularse correctamente para evitar impacto.
  • En cualquier caso, siempre se debe usar con EPIs adecuados (arnés, elementos de conexión, etc.) y con la formación específica necesaria para su uso.

Línea de vida vertical de raíl (o riel)
En este sistema se instala un raíl rígido (perfil metálico) verticalmente a lo largo de la escalera, y el usuario se conecta a un carro que se desliza por ese raíl. El carro incorpora el absorbedor de energía que se activa en caso de caída.

  • Al estar el absorbedor en el carro, la instalación generalmente ofrece una menor caída libre, mayor control del recorrido y menor repercusión de mantenimiento (comparado con cable).
  • Esta solución se suele identificar como línea de vida vertical rígida y se acoge a la norma EN 353-1.
  • Es ideal para escaleras con uso frecuente, alto tráfico de mantenimiento, o cuando se quiere optimizar la seguridad del sistema.
  • Al igual que con cable, es un sistema de protección individual, requiere EPIs, conexiones permanentes mientras se usa, y la formación específica necesaria para usarlos correctamente.

Solución de realce con anticaídas retráctil
Algunas veces, en sustitución de una línea de vida vertical tradicional de cable o raíl, se puede instalar un “realce” (una estructura elevada sobre la escalera) donde se fija un dispositivo anticaídas retráctil. Este anticaídas retráctil permite al usuario ascender o descender mientras permanece conectado, y en caso de caída se bloquea automáticamente.

  • Esta solución no es exactamente una línea de vida “vertical” tipo cable/raíl, aunque cumple una función equivalente en escaleras verticales.
  • Presenta la ventaja de minimizar la distancia de caída, porque el anticaídas retráctil limita la caída libre.
  • Es importante que este sistema esté certificado como EPI o sistema anticaídas adecuado para el tipo de escalera (ascenso/descenso vertical) y se complemente con el uso de EPIs, y la formación específica necesaria.
  • Desde el punto de vista normativo, debe cumplir los ensayos correspondientes y tener documentación de instalación, mantenimiento y uso.
  • Puede resultar una buena solución cuando se busca una opción menos intrusiva.

Líneas de vida de cuerda con bloqueador
Aunque el foco de este post son las líneas de vida verticales de cable/raíl en escaleras, cabe mencionar de forma breve que también existen opciones de líneas de vida temporal. formada por una cuerda con bloqueador: estas consisten en una cuerda vertical (o inclinada) donde el usuario, mediante un bloqueador deslizante (o anticaídas retráctil sobre cuerda) asciende o desciende conectado permanentemente.
No se profundizará aquí, pero es conveniente tener en cuenta esta alternativa en ciertos accesos verticales especiales.

¿A partir de cuántos metros en una escalera vertical es necesario instalar una línea de vida vertical? (UNE EN ISO 14122)

La norma UNE EN ISO 14122‑4 regula los accesos verticales fijos y establece que cuando la escalera vertical supera ciertos desniveles, deben instalarse protecciones anticaídas (como jaula, línea de vida, sistema anticaídas fijo).

En concreto, algunos puntos relevantes:

  • Cuando la escalera vertical tiene una altura superior a 3 metros, la norma indica que debe incorporarse un sistema de protección anticaídas, que puede ser una jaula, un sistema de línea de vida vertical o equivalente.
  • Si la altura total es mayor (por ejemplo > 10 m) se requieren además plataformas de descanso intermedias, separación de tramos, etc.

Por tanto, en el contexto de instalación de una escalera vertical en una nave industrial o estructura de mantenimiento. si el tramo supera los 3 m de altura, ya se debe instalar una línea de vida vertical o sistema anticaídas adecuado.
De este modo, en una escalera vertical que da acceso a una zona elevada (por ejemplo cubierta, maquinaria superior, etc.), si supera esos 3 metros se debe considerar la línea de vida vertical como medio de protección individual junto con los EPIs correspondientes.

Conclusión

La instalación de una línea de vida vertical en escaleras es una solución técnica eficaz para prevenir caídas en ascensos y descensos elevados. Debe cumplir la norma UNE EN 795 en lo que respecta a dispositivos de anclaje y líneas de vida, y la UNE EN ISO 14122-4 para escaleras verticales en general.

Al elegir entre línea de vida de cable, raíl o solución de realce con anticaídas retráctil, hay que valorar el entorno, frecuencia de uso, requerimientos de mantenimiento y coste. Y siempre acompañarlo del uso de EPIs adecuados y de la formación específica necesaria para el personal.

En InselPro nos especializamos en la instalación de sistemas anticaída, siempre adaptándonos a las necesidades de cada proyecto para ofrecer la solución más eficaz, cómoda y segura

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